Casa en Rumenco II. 2012

En asociacion con Mabel Solla y Horacio Ovejero.

Ya se recorrieron prácticamente 25 anos de historia de la vida en barrios cerrados. Si bien la mayoría de lo escrito circula entorno a las desiciones urbanísticas que le dieron carácter, y la evolución de nuestros modos de habitar que le dieron sentido.

Muy poco se habla de la arquitectura que allí se produce, mas allá de destacados ejemplos o de la producción media de arquitectura residencial.

Es en esa franja media done esta casa intenta construir un discurso en base a una dialéctica entre normas urbanísticas e internas, aspiraciones y realidades de los usuarios y una mirada arquitectónica atenta y austera.

Este entrecruzamiento de temas generan una realidad que se aleja de la ilusion reflejada en un modelo de marketing que legitimiza el modelo de ciudad jardín cerrada como el unico posible para el desarrollo de la vida familiar.

Si pensamos que el desarrollo de estos barrios cuadriplico su número en 10 años sobre todo en el cordón satélite de la ciudad de Buenos Aires, con la consiguiente aparición de este tipo de urbanización en ciudades como Mar del Plata de muy diferente escala y entorno ,donde el paradigma de ciudad jardín es una cuestión fundacional.

De la paradoja surgida de un modelo urbanistico que atrae por su contacto con la naturaleza y expulsa por su falta de sentido comunitario y de complejidad urbana, se nutre las decisiones básicas de proyecto.

Así la casa ,a a pesar de ser aislada (perímetro libre) , apuesta fuertemente a la relación frente fondo , de modo de no generar visuales que comprometan la relación con los vecinos (apenas separados por los retiros de 3,15mts.). Solo unas pequeñas perforaciones controladas caracterizan los laterales, destacándose la ventana a nivel de suelo del hogar.

Se establece » un pacto de silencio» en la fachada, contrapuesto a un interior.