Con Alfonso Trueba, Maria Macias, Andres Tapia Avalos, M.J. Diaz Varela, Julian Veron.
Las ciudades pampeanas, sus barrios y sus casas, representan una tradición basada en una geometría austera que permite su armonía al paso del tiempo, y su adaptación a las diferentes condiciones de vida.
La manzana cuadrada o rectangular (en este caso), la plaza fundacional como el espacio publico característico, rodeado de sus correspondientes edificios que representan los poderes públicos y religiosos, están ordenados según una geometría cuadricular, que independiente de su sencillez, es el escenario ideal de las particularidades de cada edificio, de la multiplicidad de usos de una plaza urbana, y de los rasgos distintivos de las viviendas que miran desde la intimidad, la vida urbana.
Esa condición atávica, que decanta en nuestras ciudades, en la vivienda se traduce en un arquetipo que atraviesa la arquitectura desde la domus romana hasta las casas patio de Mies van der Rohe, pasando por nuestra casa chorizo. El patio es a la vivienda como la plaza a la ciudad. Es el regulador de la vida social y de la conformación de los espacios íntimos, así como el mediador de las relaciones entre la calle, el interior y el fondo del lote.
El patio excede así su función primitiva, es decir, la de posibilitar la iluminación y ventilación. En la propuesta adquiere una dimensión organizativa de la planta definiendo la sectorización entre áreas publicas y privadas, con instancias intermedias, como el acceso y la cocina, esta última, entendida como un sector de articulación con el exterior, tanto hacia la calle como hacia el patio de fondo.
En este sentido, el acceso, el patio y el área publica ocupan la misma crujía que relaciona la calle y el fondo, siendo el comedor una extensión del espacio cocina, abogando por la continuidad visual que implica la transparencia a los cuatro lados del patio, pero posibilitando la doble circulación entre áreas privadas y públicas, facilitando la dinámica familiar, pudiendo incorporar actividades diferenciadas (por ejemplo, el dormitorio sobre el frente puede ser utilizado como oficina o local al exterior) sin alterar la privacidad doméstica.
En cambio, el dormitorio que da al fondo del terreno, se abre lateralmente al espacio de estar, pudiendo flexibilizar los usos, generando así, un escenario adaptable a diferentes modos de habitar.
En definitiva, el patio es la síntesis de la vida privada, y actúa asimismo como un regulador ambiental en cuanto al asoleamiento de los espacios interiores, la ventilación cruzada, y la recolección del agua de lluvia. Además, también, define las condiciones dimensionales de los elementos constructivos tradicionales, como mampostería de ladrillos, estructura de madera a la vista y cubierta de chapa galvanizada.
Sobre el fondo del terreno la casa se abre hacia el exterior con un espacio de transición a modo de pérgola metálica que contiene también el tanque de agua, cuya materialización apela a la memoria de los paisajes rurales.
La propuesta, más allá de configuraciones particulares, de su rigor geométrico-dimensional, y de su simplicidad constructiva, es un espacio que facilita diferentes apropiaciones, que apela a una forma ancestral de vivir, que no es otra cosa, que un patio a la espera de ser habitado, tal vez a la espera de alguien que mire a través de él, el recorte de un cielo pampeano desde la seguridad de su morada.
Con Horacio y Fernando Ovejero.
Un edificio en el macro centro de Mar del Plata con usos diversos, que complementa la vivienda con un local comercial, oficinas y estacionamiento.
El edificio se propone con una tipologia elemental de torre y basamento, con una propuesta de vivienda con amplias areas publicas con terrazas en doble altura , alternando las plantas para que permitan dicha articulación
Tal vez la frase de Le Corbusier “la casa debe ser el estuche de la vida, la máquina de la felicidad” nos habla de que cuando se piensa una casa se piensa en todas las casas, las que habitamos, las que conocemos, las que nos han contado, las que nos han conmovido.
Si la casa es un estuche (de la felicidad) no está completa sino es habitada, por lo que las decisiones proyectuales remiten a soluciones respecto de su relación con la ciudad y el barrio, a ciertas formas de habitar propias del aquí y ahora, y a la posibilidad de que el usuario disponga su propio proyecto sobre ella, aun en exigua cantidad de metros cuadrados, asegurando la flexibilidad en el uso de los espacios, y las posibilidades de crecimiento.
En un sitio suburbano, pero de rápido crecimiento, se implanta una pequeña vivienda, con posibilidad de ampliación en un futuro. Los habitantes son un padre con sus dos hijas en edad preadolescente. La necesidad de conseguir una “casa” con un presupuesto acotado y una celeridad cuasi inmediata, definió algunas de las pautas de proyecto.
El desafío se plantea, no por su escasa superficie, sino por generar una solución nuclear básica que se asuma como una unidad que pueda crecer, pero que tambien se convierta en un espacio doméstico que cualitativamente permita la apropiación de sus habitantes.
CATEGORIA PROYECTO DE INTERVENCION TERRITORIAL
TITULO: “REPENSAR EL BARRIO CENTENARIO, 40 AÑOS DESPUÉS DE SU CONSTRUCCIÓN”.
AUTORES: ARQS./ PABLO FIDEL RESCIA / ANDRÉS TAPIA AVALOS / MARÍA NOÉ GÓMEZ / MARÍA JOSÉ DÍAZ VARELA / KRISTINA ATANASOKA
COLABORADORES: ARQS. MARIA SOL DE SANTIS XIFRA /. STEFANIA TAGLE / NAZARENO BALDINO /. ALAN KESSLER / SR. AGUSTÍN NICOLÁS GIULIONI / SR. ALFONSO TRUEBA / SR. FACUNDO CARROZZINO
La historia del barrio está caracterizada por la indefinición jurídica que deriva de las sucesivas entidades que lo administraron, no solo en su etapa de construcción, sino ampliaciones, equipamientos comunitarios, y tareas de mantenimiento que en muchos casos quedaron inconclusas ante la ineficacia del Estado para proponer soluciones alternativas acordes a problemáticas puntuales.
Hoy a la luz de esta nueva amenaza surgida de la propia naturaleza, la pandemia” nos ha puesto en evidencia lo que siempre estuvo ahí (Manifiesto Utopías Posibles ciudades como territorios de desigualdad e individualismo, con un Estado por detrás de los problemas. La propuesta pretende anclarse en aquellos problemas que parecen eternizarse hasta el punto de ser invisibles para la sociedad incluso para aquellos que los sufren diariamente. Poner estas problemáticas como un pie de apoyo desde donde recomponer un horizonte de cambio en la realidad de nuestras ciudades implica dejar de lado soluciones estereotipadas para dar paso a soluciones apropiadas, dinámicas y situadas, donde el proyecto es más proceso que forma, es más existencia que espacio, es más voluntad de ser que objeto de consumo.
En un lote pequeño, se articulan 2 casas apareadas, que tratan de optimizar el espacio libre obligatorio debido al retiro de frente, como expansión del estar en doble altura.
Comedor y cocina dan a un patio lateral unificado con la cochera. En la planta los dormitorios tienen un generoso estar de piso con techo inclinado que permite la entrada de luz a la buena orientación.
Por ultimo una terreza accesible cubre el techo de los dormitorios.
Con Horacio y Fernando Ovejero.
Un pequeño edificio de viviendas que intenta materializar su frente priorizando las terrazas en doble altura. Asi se genera una fachada articulada de geometría facetada, buscando singularidad en un barrio que busca su identidad.
Con Horacio y Fernando Ovejero.
Un edificio en una pequeña esquina en el area del macrocentro de la ciudad de Mar del Plata. La alternancia entre las terrazas caracteriza la esquina, y la linea de antepechos toma diferentes alturas para calificar los diferentes espacios interiores en relación al exterior.
REFLEXIONES PROYECTUALES SOBRE LA VIVIENDA DE NUESTRO TIEMPO Y NUESTRO LUGAR.
En la actualidad la vivienda masiva parece un territorio destinado a satisfacer una demanda directa en sentido solo cuantitativo. Medida siempre en cantidades, cantidades de m2, cantidad de unidades de vivienda, cantidad de pesos x m2, cantidad de presupuesto oficial destinado a ellas, cantidad de infraestructura necesaria, mano de obra, materiales…etc.
Los avances de la cultura arquitectónica sobre el tema se manifiestan como un salto cualitativo que implica otra manera de pensar. Basada en tres aspectos : una relación con lo urbano que reescribe la ciudad no solo en un sentido espacial sino también cultural e identitario una relación con las actividades basada en la incorporación del trabajo y el comercio como parte de una trama de complejas relaciones sociales; y una relación con la tecnología, pilar sobre el que se ha construido la mirada moderna sobre la vivienda masiva , convertido luego en un cliché” o en una ecuación donde la vivienda social es la vivienda más económica.
Sin embargo creemos que lejos de despreciar lo cuantitativo , podemos pensar la vivienda masiva como una reflexión entre la ciudad y la tecnología, que actúan como un par indisoluble a la hora de pensar desde “donde mirar” en busca de una solución que no esté teñida de lugares comunes.
Este par solo es posible de ser pensado a partir de una reflexión proyectual, que vincule un complejo mundo de condicionantes de diverso género y que amplíe los límites del discurso sobre la vivienda masiva.
En asociacion con Maria H. Perez Maraviglia, Jerónimo Mariani, Oscar Cañadas.
Este proyecto se encuentra en la manzana entre las avenidas Juan B. Justo, Edison, y las calles Solís y Acha siendo este hoy un predio vacante en tan importante sector de la ciudad. Esta zona cuenta con una inmejorable situación en relación a sus visuales al mar y al Golf Club, y está en situación expectante respecto de los desarrollos inmobiliarios que se vienen dando a lo largo de la calle Alem y otros proyectos anteriores que consolidan esa calle como un nuevo frente de la ciudad hacia la costa.
Esta continuidad es la que el proyecto pretende consolidar articulando la relación además con los edificios de vivienda en altura del entorno inmediato. Es intención de la propuesta establecer la posibilidad de estructurar un conjunto (compuesto por 2 grupos de 4 torres de viviendas y equipamiento comercial ) que dialogue con otros edificios de gran altura de la costa marplatense como el Maral explanada, Torre de Manantiales, Hotel Sheraton, etc. El sitio presenta una condición privilegiada a partir del abra generada por la sucesión de espacios abiertos sobre la costa como el Golf Club y el parque San Martin, con lo cual la propuesta esta beneficiada por vistas únicas que a su vez ,su desarrollo vertical no agrede el sector costero, por el contrario se define como un singular remate del espacio abierto anteriormente citado. Se pretende así que la propuesta sea contemplativa del entorno en una escala más abarcante que la de la propia manzana.
En particular , la torre sobre Juan B. Justo y Edison, se transforma en un hito de remate de la calle Alem , y a su vez en articulador de un nuevo paisaje hacia el sur de la ciudad. Junto a esta, la otra torre sobre Edison forman un conjunto con un solo acceso sobre esta avenida. Estas poseen una altura de 28 pisos. El otro conjunto esta sobre la calle Solís, también con un único acceso , de genera un retiro amplio , minimizando el impacto sobre esta calle de menor escala que Edison. Estas torres bajan su altura respecto a las que se encuentran sobre Edison, en 25 y 19 pisos respectivamente acompañando el declive natural del predio hacia el mar. Además las torres presentan una alteración en su morfología que toma la altura de los edificios existentes (alrededor de 13 pisos). Hasta esta altura las viviendas tienen espacios exteriores, balcones ,terrazas, etc. en tanto que a partir de ese piso y en función de que esos espacios ya no serían de uso cotidiano ,por la incidencia del viento, las torres se reducen enfatizando su esbeltez. Entre ambos grupos de edificios y en función de la estructuración de los espacios abiertos de la propuesta se contempla la necesidad de articular el conjunto con un espacio público abierto (plaza) en la esquina de Solís y Edison que vincule la escala de la propuesta con el entorno inmediato sobre estas calles .
Plaza pública
Es de interés que dicho espacio se vincule con el espacio comercial abierto de la propuesta y remate en la esquina opuesta de J.B. Justo y Acha, generando una diagonal de espacios abiertos de diferentes características. Así se produce una interrelación de espacios abiertos , entre la plaza pública, la plaza comercial y la esquina de J.B. Justo y Acha, potenciando la idea de una manzana atravesable, que implique un uso peatonal intensivo ,no solo de los residentes ,sino también de los vecinos.
El conjunto se completa con espacios comerciales de baja altura , sobre Avenida Juan B. Justo, reforzando el carácter comercial de esta (incluyendo el acceso al estacionamiento comercial ) y un local de uso específico que se accede y caracteriza el espacio central abierto. En tanto que sobre Acha, que es de menor transito vehicular, se concentra el acceso de estacionamiento correspondiente a la residencia, y la carga y descarga del local anteriormente mencionado. Sobre la cubierta de los espacios comerciales, se generan las expansiones, terrazas, piscinas del equipamiento común correspondiente a la vivienda. Esto intenta continuar la mancha verde del Golf y utilizarlas como inmejorables miradores hacia el paisaje marino.